Algo de lo que todos los guatemaltecos debemos sentirnos orgullosos y estar muy agradecidos es de as muchas riquezas que nuestro país Guatemala posee, una de ellas es la gran bendición de alimentos que nuestra tierra produce. El mercado en Guatemala es el lugar de comercio más visitado por todos; en ellos encontramos gran variedad de colores, aromas y tamaños de las diferentes frutas y verduras, así como otros productos cien por ciento naturales, tales como carnes, lácteos, maíz, frijol, ajonjolí, frutos secos (nueces, granos), hierbas (monte), plantas, incluso concentrado para mascotas entre otros productos.
La visita al mercado La Palmita, me trae recuerdos, ya que desde niña solía ir con mi mamá y aún lo hago; a diferencia de otros años, en la actualidad es más seguro comprar en el mercado, que comprar en cualquier otro lugar. No es necesario estar pendiente de seguridad, porque no hay necesidad, los vendedores, en su mayoría mujeres, como por ejemplo doña Ana, dice que no hay de qué preocuparse ya que cuando «encuentran alguno, lo persiguen hasta agarrarlo» ¿qué pasa después? Solamente muestra una sonrisa.
Al igual que otros trabajadores, los vendedores del mercado La Palmita, pagan un impuesto por su puesto en el mercado, se reservaron la cantidad. Por otro lado, también podemos ver las diferentes culturas que se muestran, por medio de los trajes y vestimentas propias de cada Departamento, como por ejemplo San Juan Sacatepéquez, Chimaltenango, Chichicastenango. En mi recorrido me pude dar cuenta que aparte de que la mayoría de los comerciantes son mujeres, están acompañadas de sus hijas, niñas y adolescentes, quienes también les ayudan a trabajar.
En el mercado se encuentran algunos puestos que venden amuletos, velas para atraer amor, dinero, suerte, fortuna, entre otras cosas; no significa que no sean creyentes, al contrario muchos de ellos creen en Dios y profesa la fe católica, por lo que tienen un altar de la Virgen y el niño Dios. De igual manera hay quienes profesan la fe cristiana o evangélica y no existe ningún problema entre ellos, lo que les importa es que exista respeto y que nadie se meta en las cosas de nadie.
Más que la delincuencia, les preocupa hacer las ventas, trabajar para poder llevar el sustento a sus hogares y que sus hijos tengan algo que comer, dentro del mercado la delincuencia está controlada, la gente sabe de quién cuidarse y cuando conocen al cliente le advierten. Así mismo pude darme cuenta de que tienen clientes frecuentes de la capital del interior de la capital, y otros, americanos, ingleses quienes frecuentan el mercado La Palmita en su visita a Guatemala. Algunos de estos clientes llegan en distintos vehículos, camionetas, pickups, taxis y otros en buses. Los días que más se frecuenta el mercado La Palmita son los días viernes, sábados y domingos.
Las personas que colaboraron conmigo fueron muy amables y respetuosas, al momento de pedirles permiso para fotografiarlos me respondían que sí con una sonrisa. Los mercados son centros de comercio muy interesantes, en ellos se encuentra una gran variedad de productos alimenticios, productos de vestir, accesorios nacionales e internacionales, se escucha todo tipo de música, se pueden observar todo tipo de personas y siempre está alegre; así es como podemos identificar un mercado en Guatemala.